¿Niños?... no, gracias

Hoy todo el mundo comenta que en España no nacen suficientes niños, pero nadie habla de porqué se ha llegado a esta lamentable situación. En estos últimos años la familia ha sufrido toda clase de ataques, desde todas las instituciones. El gobierno, suprimiendo aquellas ayudas económicas necesarias y existentes en todos los países europeos, no facilitando la compatibilidad del trabajo con la maternidad; las feministas vendiendo la idea de que no es propio de la mujer ser madre (no sabemos que será lo propio)... y las mujeres que se lo creen; la televisión ridiculizando a las familias y fomentando con sus programas basura todo tipo de degeneraciones familiares y humanas de las que ya estamos empezando a ver sus consecuencias; los movimientos abortistas insistiendo en sus ideas nazis de que la madre que no pueda mantener a su hijo debe matarlo; y nosotros mismos, que preferimos tener dos coches o un perro antes que un hijo más, porque eso de sacrificarse por alguien no está de moda. Menos mal que nuestros padres no pensaron así, y se sacrificaron en su vida por nosotros, con su amor y su entrega generosa.

Vivimos bombardeados de campañas de solidaridad con el tercer mundo, que están muy bien, pero que nos justifican a la hora de ver qué hacemos por los demás y no pensamos que el don más grande que podemos hacer a alguien es el de la vida. El hombre ha hecho grandes obras en la historia de la humanidad, todos podemos pensar en muchas de ellas, pero la mayor de estas obras, es insignificante al lado de una sola vida humana, por corta, débil o insignificante que parezca.

Podemos seguir avanzando, haciendo arte, descubriendo vacunas, creando bienestar... pero será un gran retroceso humano, de cada uno de nosotros individualmente, si no somos capaces de seguir colaborando en la Creación con la mejor de nuestras capacidades, la de dar la vida a otro ser humano, lo demás son tonterías.

En este sentido debemos esforzarnos todos, empezando por los señores del gobierno, que esperemos que de una vez saquen adelante sus famosas medidas de apoyo a la familia y dejen de ser una leyenda.

Noelia Rivas Caldas

Sevilla.

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